Emprendimiento 3D contra COVID-19

Escrito por Redacción Istmo

En abril 13, 2020

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Por: Dinora Villarreal

El tiempo sigue su curso y ante una pandemia sin precedentes, el ingenio y la voluntad de muchos se hace presente de manera oportuna. Panamá lucha desde diferentes “flancos” frente a la denominada guerra contra COVID-19. El más notorio, es el sector salud, mas sus conocimientos y pericia también debe ser “blindada”. Eso se logra con implementos que resguarden su anatomía o parte de ella, y ante la insuficiencia, bien vale extender la mano para entregar máscaras de protección que se ajusten a estas necesidades.

Y es así como un grupo de profesionales de la arquitectura y el diseño de la Universidad de Panamá, decidió organizarse para la producción de máscaras de protección adecuadas y efectivas con la ayuda de una impresora 3D.

Uno de ellos es el Arquitecto Manuel Salazar quien explicó a Istmo Panamá que, en coordinación con el profesor de Diseño, Fernando Drakes, comenzó el “proceso de reclutamiento virtual de talentos”.

Define la respuesta rápida de arquitectos y diseñadores, como propia del interés común por ser solidarios en esta lucha contra “un nano enemigo”. La línea de defensa, según sus propias palabras es la inteligencia colectiva que arma un “bastión de ideas” desde la “trinchera del conocimiento”.

Es así como en la Facultad de Arquitectura de la Casa de Octavio Méndez Pereira, definen la estrategia para la producción de las mencionadas máscaras de protección. El Arquitecto Salazar dice que fue contactado por el Profesor Orestes Peñafiel, quien siguiendo directrices del Decano Magister Ricardo Ortega, se da luz verde para cristalizar esta idea, en medio de limitaciones de tiempo, de espacios, de movilidad y hasta de recursos. No obstante, dan rienda suelta a la imaginación nata y típica de la carrera y la formación como lo es el diseño.

Una vez en marcha el proyecto, detalla el Arquitecto Salazar, se requirió del reciclaje de “viejas pero útiles computadoras y actualizando cierta información descargada de la nube”. Esto permitió ejecutar la producción de máscaras de protección con la ayuda de una impresora 3D y con un filamento plástico de PLA (poli-ácido láctico) de 1.75mm.

Entre las características de este filamento sobresale que es un material muy práctico con una gran adherencia y está especialmente indicado para impresiones de larga duración.

El filamento de PLA es biodegradable. Para su producción no se usan derivados del petróleo, sino que es generado de la fermentación de azúcares derivados de vegetales y no desprende olores incómodos. Esto permite que sea empleado fácilmente en productos como las mascarillas.

El arquitecto Manuel Salazar dijo que por el momento se están haciendo 150 unidades por semana, pero irá incrementándose en la medida en que otros arquitectos y diseñadores se sumen al proyecto.

Estas mascarillas son canalizadas hacia centros hospitalarios para uso directo de personal de salud. Es “una experiencia única y gratificante saber que con talento, estudios y tecnología ayudas a salvar vidas” afirmó el arquitecto, recordando que “café tras café, bajo la sombra y silencio del aislamiento día a día, noche tras noche iban naciendo formas geométricas que se convertirían en instrumentos de protección para nuestro pueblo”.

El aporte de profesionales de otras ramas o disciplinas para coadyuvar en la atención de los pacientes en medio de la cuarentena aplicada por el Gobierno, para frenar el contagio es de sumo valor; y por supuesto, el ingenio y la voluntad que se hacen presente para desarrollar tareas demandadas por la necesidad creciente de alivio para la población marca una gran diferencia.

La Autora:

Es periodista de amplia trayectoria en medios impresos como Editora Panamá América y La Prensa. Actualmente es articulista del diario El Siglo. También posee experiencia en radio y televisión. Ha ejercido como Asesora de Comunicación en diversas instituciones gubernamentales y como Docente Universitaria.


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